Cómo limpiar piezas de oro: vea consejos y técnicas para acertar con la limpieza
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Elegante, bello y símbolo de celebraciones, el oro es un metal noble que sufre poca oxidación, por lo que ha sido elegido a lo largo del tiempo como material principal para fabricar joyas y adornos.
Ver también: Piedra de hierro: qué es, características, precios y fotos inspiradorasEl oro se puede encontrar en rocas, ríos y arroyos, lugares que se han dado en llamar los famosos garimpos, donde se construyen minas para explotar este mineral.
La palabra oro procede del latín Aurum Los estudios demuestran que los primeros contactos humanos con este metal se produjeron hace muchos años, incluso en la prehistoria del mundo.
También hay documentos que demuestran la existencia del oro en jeroglíficos escritos en Egipto hacia el 2.600 a.C.
Se cree que hasta la fecha se han explorado más de 163.000 toneladas de oro. Toda esta exploración se utiliza para diversos fines, entre ellos la producción de joyas. Y a quién no le gusta admirar diferentes piezas de pulseras, collares, anillos y pendientes de oro, ¿verdad?
Las joyas de oro son bonitas y duraderas, encantan a todo el que las mira y llaman mucho la atención. Pueden usarlas hombres, mujeres, niños e incluso bebés. Otro punto positivo del oro es que no se oxida y es hipoalergénico, lo que lo hace aún más deseado y a menudo elegido también por motivos de salud.
La pureza del metal garantiza acabados perfectos, pero aun así las piezas de oro pueden ensuciarse con el paso del tiempo. Hay distintos tipos de oro y los cuidados para cada uno de ellos deben ser diferentes.
Tipos de oro
Ver también: Nombres de salones de belleza: cómo elegir nombres auténticosOro amarillo : Las piezas de oro no sólo están hechas de oro, ni siquiera en el caso del oro amarillo, el más común entre las piezas. Las joyas de oro amarillo también están compuestas de cobre y plata.
Oro blanco oro blanco: mezcla de oro, níquel, plata y paladio (metal de color blanco) genera uno de los tipos de oro más bellos que se asemeja mucho a la plata, pero con toda la calidad que ofrece el oro. Algunas piezas de oro blanco llevan además un baño de rodio, metal que realza el tono grisáceo y da brillo a la joya. Debido a todo este proceso, las piezas de oro blanco suelen sermucho más caro que el oro amarillo.
Oro de 18 quilates Oro de 18 quilates: el oro de 18 quilates está compuesto por un 75% de oro puro y un 25% de otros metales, y es la forma más pura para joyería. El oro de 18 quilates es muy resistente, brillante y el más común en el mercado. También existe el oro de 24 quilates, pero al ser poco maleable, no es una buena opción para accesorios.
Oro rosa Oro rosa: el oro rosa ha ganado mucha notoriedad en los últimos años. Está compuesto por oro, plata y cobre y tiene ese tono diferente que hace que cada pieza sea única. Es precisamente el cobre el que garantiza este color, pero la cantidad de oro utilizada en las piezas no difiere de la del oro amarillo, por lo que su calidad es muy similar.
Cómo limpiar el oro: consejos y técnicas
Existen diferentes técnicas que pueden hacer que tus joyas de oro luzcan como nuevas, compruébalas:
Limpieza del oro con detergente neutro
Aunque sencilla, la limpieza de piezas de oro con detergente neutro funciona muy bien, especialmente para joyas de oro blanco y oro rosa. Para ello, en un recipiente pequeño añade agua tibia y detergente neutro. Deja que se diluya y coloca la pieza durante 10 minutos. Con un cepillo de cerdas suaves, frota ligeramente la pieza. Seca y retira el exceso con un paño seco y suave.
Limpiar oro con bicarbonato
Ideal para limpiar piezas de oro blanco, el consejo en este caso es dejar la joya sumergida en una solución de agua con detergente neutro durante 15 minutos, mientras se prepara una pasta con bicarbonato sódico. Se trata de dos cucharadas de agua tibia por una de bicarbonato sódico. Se mezcla y se aplica la pasta con un cepillo de dientes de cerdas suaves, frotando suavemente la pieza.
Limpieza del oro con amoníaco
El amoníaco también funciona muy bien para limpiar el oro, pero requiere mucho cuidado, ya que es un producto químico muy peligroso. Utilice siempre guantes cuando manipule amoníaco. La receta consiste en utilizar seis cucharadas de agua por una de amoníaco y dejar la pieza sumergida durante unos 3 minutos en el líquido. Retírela y aclárela con agua corriente.
Limpieza del oro con detergente de coco
Es una opción perfecta para limpiar las piezas de oro que se ennegrecen. Esto suele ocurrir debido a que el oro entra en contacto con la piel y el sudor. La exposición al sol y las partículas de polvo también pueden hacer que el oro adquiera este tono oscurecido. Para limpiarlo, basta con humedecer ligeramente un paño en una solución de agua con el detergente de coco y frotar la pieza ligeramente.
Limpiar oro con vinagre
Para limpiar joyas con vinagre, basta con empapar un algodón en vinagre blanco o de sidra de manzana y aplicarlo sobre la pieza, frotando suavemente. Tras la aplicación, aclárela con agua corriente.
Limpiar el oro con agua tibia
Para devolver ligeramente el brillo a las piezas de oro, utilice agua templada y séquelas después con un paño suave humedecido.
Limpiar el oro con pasta de dientes
Al igual que con la plata, la pasta de dientes es un producto excelente para limpiar el oro, sobre todo por el flúor activo. Frote la pieza ligeramente con la pasta y un cepillo de dientes, luego aclárela con agua corriente y séquela con un paño limpio y suave.
En los vídeos siguientes, puedes ver el paso a paso detallado sobre cómo limpiar piezas de oro en casa, compruébalo:
Cómo dejar la cadena de oro reluciente como nueva
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Cómo limpiar joyas en casa
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Cómo limpiar joyas chapadas
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Importante: Las piezas de oro con piedras preciosas necesitan un cuidado especial a la hora de limpiarlas. Para no quitar el brillo de ninguna piedra, opte siempre por limpiarlas sólo con detergente neutro y agua. Asegúrese de secar bien las piezas, ya que la humedad puede dañar las piedras.
Limpieza de piezas doradas
Las joyas chapadas tienden a oscurecerse y perder brillo con más facilidad que las de oro. Para evitarlo, limpie siempre las piezas antes de guardarlas. Para lavarlas, sumerja las joyas en una solución de agua y detergente de coco diluido durante unos 15 minutos. Aclare bien y seque, evitando que se acumule líquido en las joyas.
Para las piezas bañadas en oro también puedes utilizar la técnica del bicarbonato de sodio o la pasta de dientes. Es importante tener en cuenta que tiene que ser completamente blanca. Algunas marcas de pasta de dientes contienen colorantes que pueden manchar tus piezas.
Cómo conservar las piezas de oro
Cuidar las piezas de oro y evitar que se maltraten siempre es mejor que tener que correr a cambiar una piedra o hacer que la pulan para tapar los arañazos. Las joyas de oro son más resistentes, pero vigila si tus piezas no están chapadas. Si es así, hay que tener más cuidado, ya que las piezas chapadas son más sensibles.
Guarde sus joyas de oro en un lugar bien ventilado, protegido de líquidos aceitosos, superficies abrasivas y húmedas que puedan quitarles el brillo e incluso crear arañazos en las joyas.
Si es posible, guarde siempre sus joyas de oro individualmente y en envases diferentes, preferiblemente de tejidos suaves.
Las cadenas de oro deben guardarse por separado, ya que pueden enredarse entre sí, además de transmitir oxidación a otras piezas. Las cadenas también pueden romperse, por lo que hay que tener mucho cuidado. Para ello, lo ideal es utilizar joyeros independientes con compartimentos aislados para cada tipo de pieza.
Evite guardar sus joyas mezcladas en un mismo lugar. El contacto entre ellas también puede provocar arañazos. Y siempre que sea posible, pula las piezas antes de guardarlas. Esto ayuda a conservar el brillo. Aproveche para comprobar, si procede, que las piedras están bien fijadas y que las garras están intactas para que no se pierdan.
No permita que sus joyas entren en contacto directo con productos químicos, especialmente el cloro. Estos productos también pueden quitar el brillo y la belleza de las piezas al facilitar su oxidación.
Quítese los anillos y las pulseras cuando realice servicios manuales y aquellos en los que intervengan agua, productos químicos y alimentos. Después de aplicarse perfume, espere de 5 a 10 minutos para ponerse las joyas, así también evitará que se oxiden.
No utilice nunca agua hirviendo para remojar sus joyas. El calor excesivo no es bueno para las joyas y además facilita su oxidación.
Las joyas que contienen perlas necesitan respirar, así que evite guardarlas en bolsas de plástico y lugares poco ventilados. Para pulir las piedras, frótelas con un paño ligeramente humedecido con aceite de oliva o de almendras.
Con todos estos consejos podrás cuidar mejor tus piezas de oro y admirarlas siempre bellas y brillantes.