Vivir con la suegra: los mejores consejos para una buena convivencia
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Quien se casa, quiere casarse... eso dice el refrán, pero no siempre es posible.
Son muchos los motivos que pueden retrasar el sueño de la pareja de tener casa propia, y la consecuencia puede ser a menudo mudarse con la suegra.
Ver también: Cuadros clásicos: cómo usarlos en decoración, consejos y fotos sorprendentesY para que esta relación sea lo más amistosa, respetuosa y cordial posible, a continuación le ofrecemos una serie de consejos que no tiene más que consultar:
Ver también: Cómo cancelar la suscripción a Globoplay: vea el práctico y sencillo paso a pasoMudarse con la suegra: conflictos que pueden surgir tarde o temprano
Es su casa
Lo primero que tienes que entender en esta nueva configuración familiar es que tu suegra es la dueña de la casa.
Esto significa que la última palabra siempre la tendrá ella. Es tu suegra, por ejemplo, quien definirá la decoración, la pintura de la pared, los servicios contratados e incluso si puedes o no adoptar una mascota.
Por mucho que te haga sentir cómodo e incluso te dé cierta libertad para tomar algunas decisiones, la casa seguirá siendo suya.
Lo único que queda por hacer es aceptar esta condición y respetarla. Pero si sientes la necesidad de hacer algún tipo de cambio en la propiedad, ya sea físico o de comportamiento, busca siempre el diálogo. Evita los cotilleos, las conversaciones secundarias o las indirectas.
Horario
Si tu suegra, por ejemplo, tiene la costumbre de acostarse pronto, lo más probable es que se sienta incómoda si tú y tu pareja decidís quedaros en el salón por la tarde viendo una película.
¿Pedir un tentempié a través de la aplicación en lugar de sentarse a la mesa a cenar? Eso podría considerarse ofensivo, ya que ella preparó la comida.
¿Dormir hasta más tarde el domingo? Eso también puede ser una mala idea, sobre todo si ha decidido invitar a alguna visita.
Rutinas y tareas
Lo más probable es que tu suegra tenga rutinas y tareas repartidas a lo largo de la semana, y tú tendrás que hacer tu parte dentro del horario que ella haya establecido, independientemente de lo que ya tengas programado hacer.
Visitas
No tendrás libertad para recibir todas las visitas que quieras mientras vivas con tu suegra, y puede que esa noche de juegos y copas, por ejemplo, no vuelva a repetirse pronto.
Aunque tu suegra ofrezca esta libertad a la pareja, en algún momento te darás cuenta de que ella no está tan dispuesta y cómoda con la situación.
Vida matrimonial vs suegra
Evita en la medida de lo posible exponer tu vida matrimonial a tu suegra, ya que puede ser una buena forma de que interfiera en tus asuntos, incluidos los económicos.
Siempre que tengas una conversación o tomes una decisión, hazlo en privado.
El niño de mamá
Una cosa nunca cambia: el hijo o la hija siguen siendo mimados y protegidos por su madre, tengan la edad que tengan.
Por lo tanto, es probable que en algunos momentos tenga que lidiar con la sobreprotección y los cuidados.
Interferencias externas
Prepárate también para lidiar con la opinión y las interferencias de otras personas, especialmente amigos y familiares de tu suegra.
Siempre habrá alguien que te diga que vives a favor o que la casa no es tuya, exponiéndote a ti y a tu pareja a una situación muy embarazosa, sobre todo si tu suegra no aguanta ciertos comentarios.
Consejos para convivir bien con la suegra
Disponga de su propio espacio
Aunque sea su casa, deberías tener tu propio espacio para garantizar un mínimo de intimidad y comodidad.
La mayoría de las veces este lugar es el dormitorio de la pareja, y es bueno que tú y tu pareja establezcáis que se trata de un espacio íntimo y que la presencia de otras personas no es apropiada.
División del trabajo
Acuerda con tu suegra qué podéis hacer cada uno para ayudar en las tareas domésticas. Por ejemplo, podrías comprometerte a fregar los platos, mientras ella se encarga de planchar.
Lo que no se puede hacer es sobrecargar a una de las partes. Nadie es empleado de nadie.
Pagar las facturas
En cuanto llegues a casa de tu suegra, deberías acordar ya el reparto de las facturas domésticas.
Define quién paga qué y qué gastos no se compartirán, incluidos los de otros residentes, como los hermanos, por ejemplo. Esto te evitará un gran quebradero de cabeza en el futuro y también te ayudará a planificarte mejor desde el punto de vista financiero.
Diálogo para resolver conflictos
Cuando algo te moleste o no esté bien resuelto, llama a tu suegra para mantener un diálogo maduro y sincero.
Esta es la mejor manera de resolver conflictos. Dile a la persona cómo te sientes y cómo te gustaría que actuara la próxima vez. Puede que la persona no tenga ni idea de lo que ha hecho o que pensara que no te importaría.
Los límites son la clave
Aprovecha los momentos de diálogo para exponerle tus límites. Explícale cómo prefieres organizar tu rutina y tus actividades y pídele que lo respete.
Si quieres o necesitas dormir hasta tarde, por ejemplo, es fundamental que tu suegra lo entienda.
Manténgase centrado
Siempre, siempre trata de mantenerte centrado en los proyectos de vida que tú y tu cónyuge tenéis en común, especialmente el de tener una casa propia.
Ten este propósito como motivación y siempre que algo parezca no ir bien, recuerda: es sólo por poco tiempo.
¿Y cuando la suegra viene a vivir a casa?
También puede ocurrir que la suegra se vaya a vivir con su hijo o hija, lo que se ha hecho aún más frecuente tras la pandemia, ya que muchos ancianos no pueden permitirse estar solos y aislados.
Sea cual sea el motivo, también es importante respetar algunas normas básicas de convivencia, para que todo sea más fácil. Compruébalo:
¿Durante cuánto tiempo?
Es muy importante que la pareja hable de la estancia de la suegra en la casa: ¿será por poco tiempo o será permanente?
Este diálogo es esencial para que no haya malentendidos y para que ambas partes se acostumbren a la nueva rutina.
Explicar el funcionamiento de la casa
Cuando tu suegra llegue a tu casa, explícale cómo funciona todo: vuestros horarios, vuestras rutinas de trabajo, vuestro estilo de vida.
Esto es importante para que no se sienta como una simple visitante, sino como parte de una familia que vive bajo el mismo techo.
¿Y los niños?
Uno de los mayores problemas relacionados con la convivencia con la suegra es la educación de los hijos. Casi siempre hay interferencias y la pareja se siente muy presionada por la situación.
Por eso, una vez más, lo mejor es un diálogo abierto. Mostrar desde el principio cómo se lleva la educación y la rutina de los niños, así como poner un límite a la relación entre abuela y nietos.
Integración
Tu suegra es parte de la familia, y ahora más que nunca, por lo que tiene que formar parte de todo lo que ocurre en tu vida.
En otras palabras, si te vas de viaje, ella te acompaña, o al menos, haz la invitación y deja que ella decida si quiere ir o no.
Vivir con la suegra es una experiencia que varía mucho de una familia a otra. Independientemente de la razón que haya llevado a esta condición, una cosa es cierta: establecer límites y mantener el diálogo es la mejor manera de mantener una relación sana y respetuosa. Y, recuerde siempre, después de todo, es la madre de su cónyuge. ¿Le ha gustado leer? Entonces vea también cómo es vivir solo.