Cómo cuidar el girasol: consejos esenciales para el cultivo de la flor
Tabla de contenido
El girasol es una flor muy bonita que puede cultivarse tanto en interior (en maceta) como en exterior (en el jardín).
Sin embargo, al igual que otras plantas, el girasol también requiere cuidados específicos para mantenerse sano.
En la mayoría de los casos, no es necesario podar los girasoles con frecuencia, a menos que se cultiven varios en el mismo espacio y la poda sirva entonces para evitar que las flores se roben espacio unas a otras.
¿Estás pensando en plantar girasoles y tienes dudas sobre cómo cuidar estas flores? Descubre en este artículo qué hacer para cuidar un girasol:
Principales características del girasol
Entre las características más comunes de los girasoles se encuentran:
- Las plantas alcanzan de 1 a 4 m de altura;
- Representan la fama, el éxito, la felicidad e incluso la suerte;
- El aceite de girasol se obtiene de sus semillas;
- Es una flor a la que le gustan las temperaturas altas;
- Necesita recibir luz solar directa durante al menos unas horas al día;
- Le gustan los suelos más húmedos;
- Se puede plantar en macetas, pero se recomienda apostar por especies más pequeñas;
- Se utilizan para la producción de biodiésel;
- Sus flores son grandes y llamativas;
- Atraen a insectos que contribuyen a la polinización del jardín, como las abejas;
¿Cuál es el mejor lugar para plantar un girasol?
Tienes dos opciones a la hora de plantar girasoles, las macetas y el propio jardín, sin embargo cada una requiere cuidados diferentes:
1. en la olla
Si la idea es cultivar girasoles en interior, la mejor opción es una maceta. En este caso, debes elegir una maceta grande e invertir en plantas enanas o más pequeñas.
Los girasoles no soportan bien los cambios de ubicación, así que plántalos directamente en la maceta en la que quieras que permanezcan las flores.
También es importante que dejes la maceta en un lugar que reciba luz solar directa, ya que las flores la necesitan para desarrollarse.
2 En el jardín
En el jardín, puedes invertir en especies de girasol que alcancen mayor altura, y puedes plantar más de una, siempre procurando que no estén demasiado juntas.
Prepare la tierra (a esta flor le gusta un pH neutro, aunque tolera bastante las variaciones) y cave un agujero de dos a cuatro centímetros de profundidad. Plante las semillas y riegue.
Una vez que los girasoles hayan brotado, tendrás que podarlos si están demasiado juntos. También deberás mantener la tierra húmeda en todo momento, pero nunca empapada.
Época de plantación y floración
Los girasoles se pueden plantar durante todo el año, no hay restricciones sobre cuándo plantarlos, aunque si opta por los periodos más cálidos, como la primavera y el verano, verá cómo el periodo de floración llega antes.
Las flores suelen aparecer entre la primavera y el verano, aunque dependiendo de la época en que se plantaron y de la temperatura, pueden aparecer en otras épocas del año. Lo principal es que la temperatura oscile entre los dieciocho y los treinta grados, considerada ideal para la floración.
Exposición al sol y temperatura óptima
Como habrá oído, los girasoles siguen el movimiento del sol, lo que significa que les gusta estar expuestos a la luz solar.
Ver también: Decoración de bodas en la playa: consejos inspiradoresSi se cultivan en el jardín, estarán expuestas al sol, pero si se cultivan en el interior, asegúrese de que reciban luz solar directa durante al menos seis horas al día.
En cuanto a la temperatura, estas flores prefieren los climas más cálidos, hasta el punto de que son capaces de soportar un calor muy próximo a los 40 grados, por lo que lo ideal es procurar que no estén expuestas al frío, sobre todo si vives en regiones más gélidas.
Ver también: Espada de San Jorge: cómo cuidar y 92 fotos de habitaciones con la plantaLos girasoles no pueden sobrevivir a temperaturas inferiores a cinco grados y se recomienda exponerlos a un mínimo de diez grados y no menos para garantizar que crezcan sanos.
Cómo funciona el riego
A estas flores no les gusta la tierra muy seca o extremadamente empapada, por lo que conviene vigilar la tierra y regarla para mantenerla húmeda.
Las plantas maduras pueden soportar periodos de sequía, pero regarlas en exceso matará a los girasoles. Si la flor permanece en el jardín y ha llovido con frecuencia, puede que no sea necesario regarla.
Ahora bien, si permanece en el interior, en una maceta, comprueba a diario cómo está la tierra. Si está húmeda, evita regarla, si empieza a estar seca es necesario mojar la planta.
Suelo ideal
Los girasoles no tienen muchos prejuicios en cuanto al suelo, incluso pueden sobrevivir a variaciones de pH (más ácido o más básico). Aún así, lo ideal es plantarlos en un suelo de pH neutro con varios nutrientes.
No se recomienda abonar el suelo a menos que se desee obtener flores muy altas, en cuyo caso se recomiendan los abonos a base de nitrógeno.
Otro aspecto importante en relación con el suelo es la humedad. Debe ser un espacio que absorba agua sin acumularla y que, además, no se seque con tanta facilidad.
El suelo también debe ser blando, suelto y ligero para facilitar la plantación.
Poda de girasoles
En la gran mayoría de los casos, no es necesario podar los girasoles a menos que su objetivo sea cosecharlos. Esto se debe a que son plantas que florecen sólo una vez al año.
La poda sólo se recomienda a quienes tienen muchas flores plantadas juntas y que crecen en grupos. En este caso, la poda es ideal para evitar que un girasol derribe a otro.
Si necesita podar, se recomienda hacerlo sólo dos veces al año, normalmente a finales de primavera o principios de verano.
Otro consejo interesante en cuanto a la poda, también recomendado para quienes cultivan varias flores, es eliminar las que se han vuelto más pequeñas y débiles. Esto debe hacerse cuando la planta alcance unos 8 cm de altura.
Esto aumenta el espacio entre los girasoles y garantiza que sólo permanezcan plantados los que crecerán fuertes y hermosos. Este espacio creado al eliminar las plantas más débiles también ayuda a evitar que un girasol derribe a otro.
Protección contra las plagas
Para proteger sus girasoles del ataque de plagas, es interesante que:
1. eliminar las plagas
Los girasoles plantados en el jardín están más expuestos a esta situación. La planta es bastante resistente a las plagas, pero a menudo es víctima de una polilla, que pone sus huevos en medio de la flor.
Si esto ocurre, será necesario retirar los huevos uno a uno.
2. aplicar fungicida
Otra situación habitual es la aparición de moho y óxido, causados por hongos. Para evitarlo, basta con aplicar un poco de fungicida.
3. colocar pantallas sobre los girasoles
A los pájaros también les gustan mucho estas plantas, e incluso se alimentan de ellas. Si quieres evitar que esto ocurra, puedes proteger las flores colocando mallas sobre ellas.
Sin embargo, esto sólo es recomendable si notas que muchos pájaros atacan las flores, de lo contrario no hay necesidad de usar la pantalla.
Ahora ya sabes cómo cultivar y cuidar los girasoles. Como ves, son plantas que no requieren muchos cuidados y sobreviven bien en distintos ambientes.
Lo principal es asegurarse de que estén expuestas al sol y tener cuidado con el riego, ya que a la planta no le gusta la tierra muy húmeda.