Cómo quitarle el amargor al jiló: ver consejos seguros
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El jiló es controvertido: a algunos les encanta, otros lo odian, pero gran parte de su mala fama se debe a su sabor amargo.
Afortunadamente, es posible paliar este amargor y preparar recetas con jiló mucho más accesibles para todo tipo de paladares.
Por eso te traemos consejos y trucos para aprender a sacarle el amargor al jiló, además de sugerencias de recetas y, por supuesto, argumentos convincentes para que la verdura forme parte de tu vida a partir de hoy, pasen y vean.
¿Cómo quitar el amargor del jiló?
Elige frutas más verdes
Uno de los primeros trucos para librarse del intenso sabor amargo del jiló es optar por frutas más verdes, ya que cuanto más anaranjadas son, es decir, cuanto más maduras, mayor es su amargor.
Así, en tu próxima visita al mercado o al supermercado, ya sabes qué tipo de jiló llevarte a casa.
Sin embargo, también merece la pena analizar la hortaliza en busca de otras características que garanticen su calidad y sabor. El jiló debe ser firme y tener una piel brillante. Los agujeros pueden indicar la presencia de larvas en el interior de la hortaliza.
Utilice agua y vinagre
Una vez en casa, es hora de preparar los jillós. ¿Y ahora qué? Empieza por preparar un bol (lo suficientemente grande para los jillós que vayas a preparar) y llénalo de agua.
Una vez hecho esto, agregue aproximadamente media taza de vinagre blanco, la cantidad puede variar dependiendo de la cantidad de jiló que vaya a preparar.
Remover y reservar. En una tabla de cortar, cortar los jilós en cuatro trozos (o como se crea más conveniente para su receta). Asegúrese de lavarlos bien antes de este paso.
A continuación, remojar los jillós en la mezcla de agua y vinagre y dejarlos allí unos 30 minutos.
Escurrir el agua y volver a enjuagar los jillos, que ya se pueden preparar.
Cabe mencionar que esta misma técnica también es muy eficaz para eliminar el sabor amargo de otros alimentos, como la berenjena, por ejemplo.
El bicarbonato también ayuda
Otra opción, además del vinagre, es remojar los jilós en agua y bicarbonato de sodio. El proceso aquí es muy sencillo y similar al anterior.
Empieza por lavar los jackfruit y cortarlos de la forma que más te guste. Llena un cuenco con agua y añade unas tres cucharadas de bicarbonato sódico.
Remojar los jillós en esta agua y esperar unos 30 ó 40 minutos. Escurrir el agua, enjuagar los jillós y listo.
Un consejo extra: tanto en el primer truco como en el segundo, puedes colocar un plato sobre el cuenco para que los jillós queden totalmente sumergidos y no flotando en el agua, así conseguirás que el amargor de la verdura salga más fácilmente.
¿Cuáles son los beneficios del jiló? 6 razones para incluir esta verdura en tu dieta
Ahora que ya viste que sacarle el amargor al jiló no es algo de otro mundo, ni mucho menos una misión imposible, es hora de que descubras lo que este pequeño vegetal puede hacer por tu salud y la de tu familia:
Vitamina C: refuerzo inmunitario
La vitamina C nunca está de más y el jiló tiene mucho que ofrecer. El alimento es naturalmente rico en esta vitamina, un importante contribuyente al sistema inmunitario, protegiendo al organismo de virus y bacterias.
Ver también: Balcón con barbacoa: 80 modelos y proyectos para inspirarteAdemás, la vitamina C es un gran aliado para el rejuvenecimiento y la prevención de enfermedades, como el cáncer y la diabetes.
Complejo B: estado de ánimo y energía
El jiló también es una gran fuente de vitaminas del complejo B y es una gran fuente de este grupo de vitaminas.
Con ellos, nuestro cuerpo gana disposición, energía y vitalidad, sin olvidar que son fundamentales en varios procesos metabólicos del organismo.
Vitamina A: un aliado para los ojos
Si quieres proteger tu vista, ésta es otra buena razón para incluir el jiló en tu dieta. La verdura es rica en esta vitamina y, por lo tanto, puede y debe estar presente en tu dieta.
Calcio: huesos fuertes
¿Sabías que el jiló también es una fuente de calcio? Deja la vaca con el ternero en la granja y utiliza fuentes vegetales para obtener el calcio que necesitas para tu salud.
Fósforo para la salud muscular
Para los que quieren tener músculos fuertes y sanos, el jiló también da un empujón. El alimento es rico en fósforo, un mineral que actúa directamente sobre la salud muscular, favoreciendo la recuperación de los músculos, sobre todo después de la actividad física.
Potasio: aliado de la tensión arterial
Por último, el jiló también ayuda a controlar la tensión arterial, ya que es una fuente de potasio.
El potasio es necesario para la salud cardiovascular y la prevención de problemas como derrames cerebrales e infartos de miocardio.
Como ventaja, el jiló sigue aportando mucha agua y pocas calorías, lo que es estupendo para quienes desean perder peso.
Cómo hacer jiló: ideas de recetas para inspirarse
El jiló puede prepararse solo, en un simple guiso, o con otras preparaciones, especialmente carnes.
Un plato típico, por ejemplo, es el jiló con carne picada.
Otra forma de probar el jiló es en salsas, a base de tomate, yogur o una crema de ajo. Estos ingredientes junto con el jiló ayudan a reducir la sensación amarga.
Para hacer jackfruit, independientemente de la receta, primero hay que lavarlo y ponerlo en remojo. El resto de la preparación depende de la receta.
Ver también: 51 hermosos e inspiradores diseños de sofás esquinerosEl jackfruit estofado, por ejemplo, es muy sencillo y sólo requiere cortarlo en dados o en rodajas gruesas.
A continuación, añadimos el ajo y la cebolla para sofreírlos con un filete de aceite. Cuando el sofrito esté dorado y desprendiendo ese delicioso aroma, es el momento de añadir el jiló.
Dejar rehogar unos instantes y luego añadir un poco de agua para cocerlo. En cuanto el agua empiece a secarse, el jiló estará listo. No dejar cocer demasiado para que no se ponga blando.
Puede terminar el plato con las especias de su elección o algunas hierbas frescas, el tomillo es una gran opción.
Sírvalo con arroz blanco y comprobará que, una vez que haya aprendido a quitarle el amargor al jiló, le resultará mucho más fácil incorporar este alimento a su vida cotidiana.