La remolacha es una raíz de sabor fuerte y dulce que a algunos les recuerda a la tierra. Llena de beneficios, la remolacha puede consumirse cruda, cocida o asada en distintas preparaciones, desde zumos y batidos hasta platos dulces y salados.

Pero para extraer los máximos beneficios de este alimento hay que saber cocinar bien la remolacha y esto variará mucho según lo que se espere de ella.

¿Cómo cocinar la remolacha?

Los distintos tipos de preparación afectan tanto al sabor como al mantenimiento de los nutrientes.

Para quienes deseen conservar todas las propiedades nutritivas de la remolacha, la mejor forma de consumirla es cruda y rallada en ensaladas, por ejemplo.

Si desea remolachas cocidas de color rojo vivo, debe cocerlas con piel y con algunos centímetros de pedúnculo.

A continuación se indican diferentes formas de cocinar la remolacha y cómo sacar el máximo partido a cada una de estas técnicas:

¿Cómo cocer remolacha en una cacerola?

No hay ningún secreto para cocer remolacha en agua hirviendo, basta con añadir agua suficiente para cubrir la remolacha.

En esta técnica, puede elegir cocinar las remolachas enteras o cortadas, con o sin piel, recordando que la piel ayuda a conservar el color del alimento.

Poner las remolachas en la cazuela, tapar y esperar entre 40 minutos y 1h30, según la cantidad de remolachas y su tamaño.

Si están enteras, el tiempo de cocción también será mayor. Para saber si las remolachas ya están cocidas, pínchalas con un tenedor. Si puedes pincharlas fácilmente, puedes apagar el fuego, pero si notas resistencia, déjalas cocer un poco más. Deben estar blandas, ¿vale?

Lo bueno de este método de cocción es que es práctico, pero es el método que elimina más nutrientes de la remolacha, ya que el agua absorbe la mayor parte de ellos.

Por esta razón, es más adecuada para quienes desean extraer el jugo de la remolacha para utilizarlo en preparaciones como risottos, cremas y guisos.

Esta técnica de cocción también es adecuada para quienes deseen colorear la pasta, utilizando el agua de cocción de la remolacha como parte de la receta.

¿Cómo cocer remolacha en la olla a presión?

Cocer la remolacha en la olla a presión es perfecto si tienes prisa: es la forma más rápida de conseguir una remolacha blanda y caliente para tus recetas.

Por término medio, el tiempo de preparación de las remolachas en la olla a presión es de 30 minutos.

Para cocer las remolachas en la olla a presión, basta con añadir agua suficiente para cubrirlas y colocarlas en la olla, peladas o sin pelar, enteras o cortadas, lo que se desee.

Cierra la tapa de la olla y cuando empiece a coger presión, cuenta 15 minutos en caso de que estén cortadas o 30 minutos para las remolachas enteras.

Se apaga el fuego, se espera a que la presión desaparezca por completo, se abre la olla y se comprueba si las remolachas están blandas. Si aún están un poco duras, se vuelven a poner al fuego con la olla tapada y se cuentan unos minutos más.

La ventaja de este método es la rapidez, pero al igual que ocurre con la cocción en una olla normal, las remolachas en la olla a presión también pierden nutrientes en favor del agua, por lo que es interesante aprovechar el caldo para alguna otra receta.

¿Cómo cocer remolacha al vapor?

Pasemos ahora al método más popular para quienes desean mantener las cualidades nutritivas de los alimentos: la cocción al vapor.

Este es el proceso más adecuado, también para la remolacha.

La idea es bastante sencilla: poner a hervir una cacerola con unos cinco centímetros de agua. Añadir la cesta de cocción y colocar las remolachas en ella. Un consejo es envolver las remolachas en papel de aluminio para que queden bien rojas.

El tiempo de cocción es de aproximadamente 40 minutos para las remolachas enteras. Pasado este tiempo, prueba con el tenedor y si están blandas, puedes apagar el fuego. Si no, déjalas cocer al vapor un poco más.

En el método de cocción al vapor es importante comprobar que el agua no se ha secado en la olla. Si nota que hay poca agua, añada un poco más, pero no demasiada, ya que el agua no debe tocar la cesta de cocción.

La mayor ventaja de la cocción al vapor es que mantiene los nutrientes y conserva el sabor de la remolacha. Ideal para recetas que requieren un sabor fuerte.

¿Cómo cocer remolacha en el microondas?

También puedes optar por cocer la remolacha en el microondas, ya sabes, así que es importante tener en casa esas bolsas aptas para microondas.

Si no tienes una, puedes improvisar una con bolsas de supermercado, pero recuerda hacer agujeros en la parte superior para que salga el vapor.

Lavar bien las remolachas para cocerlas con piel. Cortarlas por la mitad e introducirlas en la bolsa con el agua.

Calentar en el microondas a alta potencia entre diez y trece minutos, según el aparato.

Para saber si están cocidos, basta con pincharlos con un tenedor.

También puedes cocer la remolacha en el microondas utilizando un recipiente apto para microondas. Coloca la remolacha dentro, cúbrela con agua y pon la tapa.

Caliéntelas en el microondas durante cuatro minutos, retírelas y déles la vuelta. Caliéntelas en el microondas durante otros cuatro minutos para completar el proceso de cocción.

Importante: ten mucho cuidado al sacar las remolachas del microondas, espera a que salga completamente el vapor antes de abrir la bolsa y si utilizas la bandeja de horno, ten cuidado al abrir la tapa.

¿Cómo preparar remolacha al horno?

Otra forma de preparar la remolacha es al horno. La remolacha asada tiene un sabor mucho más intenso y conserva casi todos sus nutrientes.

Prepararlos en el horno también es muy sencillo, empieza por precalentar el horno a 180°C.

Mientras tanto, en un bol, condimente las remolachas con sal, aceite de oliva, pimienta negra y las hierbas de su elección.

Mézclelas bien para que el condimento se distribuya completamente por las remolachas.

A continuación, envuélvalos individualmente en papel de aluminio y colóquelos en una bandeja engrasada. Hornéelos a temperatura media durante una hora u hora y media aproximadamente.

Recuerde que la mejor manera de preparar remolachas asadas es dejarlas enteras y con piel.

¿Cómo conservar la remolacha cocida?

Una vez cocida, la remolacha puede conservarse hasta cinco días en el frigorífico.

Prefiera los tarros de cristal para guardarlos, así no tendrá que preocuparse por las manchas de los tarros de plástico.

Las remolachas cocidas pueden recalentarse, pero en ese caso tienden a perder parte de su textura original.

Beneficios y propiedades nutricionales de la remolacha

Uno de los principales nutrientes de la remolacha es la betalaína, el compuesto químico responsable del color rojizo del alimento. Y es también gracias a ella que la remolacha tiene diferentes beneficios para la salud humana, véase más abajo:

Desintoxicar el organismo: La betalaína es una gran aliada en el proceso de desintoxicación del organismo, siendo extremadamente beneficiosa para evitar la acumulación de grasa en el hígado. La remolacha también ayuda a purificar la sangre y en el proceso de alcalinización de todo el cuerpo.

Anticancerígeno: Una vez más, la betalaína es un gran aliado en la prevención del cáncer, especialmente el de piel e hígado, gracias a sus propiedades antioxidantes. La remolacha también es rica en vitamina C, otro nutriente importante para prevenir el cáncer.

Ideal para quienes practican deporte: Los nitratos de la remolacha ayudan a oxigenar los músculos, lo que mejora enormemente el rendimiento de los deportistas. La remolacha también ayuda a relajar los vasos sanguíneos, lo que permite que lleguen más nutrientes a los músculos.

Y hablando de músculos, la remolacha es rica en potasio y calcio, dos nutrientes importantes para la salud muscular.

Ayuda a combatir la hipertensión arterial: La relajación muscular promovida por los nitratos presentes en la remolacha ayuda directamente a controlar la tensión arterial.

Previene el Alzheimer: Los nitratos también ayudan a mantener la salud mental, porque aumentan el flujo sanguíneo al cerebro y ayudan a mejorar la oxigenación local, previniendo así enfermedades como el Alzheimer e incluso la demencia.

Mejora el sistema inmunitario: La remolacha tiene zinc, un nutriente importante para activar las células de defensa del organismo.

Previene la anemia: Todo el mundo sabe que la remolacha es rica en hierro y, con ello, se convierte en una gran aliada en la lucha contra la anemia.

Actúa contra el envejecimiento prematuro: Los altos niveles de vitamina C actúan directamente contra el envejecimiento prematuro.

Bueno para el corazón: La remolacha tiene mucha fibra que acaba contribuyendo a la reducción del colesterol en el organismo y, en consecuencia, protegiendo la salud del corazón.

Protege tus ojos: La vitamina A de la remolacha es muy importante para la salud ocular y la calidad de la visión.

Cuida el pulmón: La vitamina C y la betalaína son grandes amigas del pulmón.

Para extraer todos los beneficios de la remolacha, debe tomar unos 250 ml del zumo o el equivalente de remolacha cocida, recordando que el proceso de cocción elimina gran parte de la betalaína presente en el alimento.

Las personas diabéticas o con problemas de cálculos renales deben consumir remolacha con moderación.